miércoles, enero 02, 2008

cuadros negros, cuadros blancos

Menos mal que las imagenes van cambiado todos los días, todas las horas del día, todos los minutos de las horas, todos los segundos de los minutos, etc, etc, etc hasta el infinito.

No me es posible describir esta sensación de irrealidad que parece consumirme de pies a cabeza, trato de explicarla , sin embargo las palabras se difuminan y se mueven al igual que todo lo que me rodea, los objetos, las imagenes, incluso las partes de mi cuerpo que también parece falso en su unidad, y que solo se torna real al analizarlo parte por parte, un pie, una mano, una cabeza, un ojo, el pelo, las piernas y el resto de la carne que me constituye.

Dentro de esta irrealidad surgen las voces que cantan suavemente, y que recuerdan que el pensamiento y la claridad de las mañanas mezcladas con la sonrisa y las palabras en sueños, extraña vez se vuelven mañanas en vida y despiertas, con olor, con textura y a veces con sabor.

Se escapa así cayendo levemente como la pintura sobre las paredes, y el pincel vuelve a tomarla y la pone en su lugar, da una vuelta y me dice que si sigo andando estaré de cabeza otra vez. Así reconstruye mi perdida realidad.


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