viernes, diciembre 19, 2008

Ansias

Justo cuando necesitaba profundamente algo que escuchar, entré a ese sitio que muchas veces me sirvió para dejar de lamentarme y llorar. Antes de eso no sabía lo que necesitaba, no sabía que lo necesitaba.
Vivo dentro de un constante mareo interior, un vaivén extraño que temo se convierta poco a poco en el motivo eterno de mi desgracia. Tengo dentro de los movimientos del día a día un miedo paranoico a los momentos y a los aconteceres, sobretodo al anochecer repentino de la vida, de mi vida.
Cualquier palpitación del cuerpo ajeno que considere excesiva me enternece en lo sumo, y caigo en un mar amplio de lágrimas, voy y vengo con el rostro deformado, me observo desde las entrañas y nada mas quiero que se acabe, que el sueño me lance por la borda para despertar al día siguiente ausente de las sensaciones de las horas anteriores...sin embargo, vuelven raudas a mantenerme fuera del concepto real y verdadero de vivir.
Suelo pensar también que los años vividos constituyen un error tremendo, y es precisamente en aquellos momentos en los cuales el deseo de escapar lejos y nacer de nuevo viene a mi de manera abrupta, haciendo que me retuerza en cualquier lugar que me halle.
Anhelo olvidar todo esto, y dejar que transcurra todo tal como lo haya decidido en su momento.