lunes, marzo 17, 2008

Lo de hoy para mañana

Me fascina el anonimato de esta cosa. Gente que te ve pero que no te ve.
Hay dos cosas que hoy día he leído y escuchado en los entremedios del todo. Aquí los expongo:



1-. Fragmento de "El Túnel" de Ernesto Sábato.

Algo así como la concepción relativa que todos tenemos del tiempo, de como este nunca deja de correr, de como se siente ir y venir.


" Fué una espera interminable. No sé cuanto tiempo pasó en los relojes, de ese tiempo anónimo y universal de los relojes, que es ajeno a nuestros sentimientos, a nuestros destinos, a la formación o al derrumbe de un amor, a la espera de una muerte. Pero de mi propio tiempo fué una cantidad inmensa y complicada, lleno de cosas y vueltas atrás, un río oscuro y tumultuoso a veces, y a veces extrañamente calmo y casi mar inmóvil y perpetuo..."

Ernesto Sábato
Yann Tiersen...


2-. Canción de Yann Tiersen, Les Jours Tristes.
Mejor no escribo nada, la canción habla.


It's hard, hard not to sit on your hands
And bury your head in the sand
Hard not to make other plans
And claim that you've done all you can all along
And life must go on

It's hard, hard to stand up for what's right
And bring home the bacon each night
Hard not to break down and cry
When every idea that you've tried has been wrong
But you must carry on
It's hard but you know it's worth the fight
Cause you know you've got the truth on your side
When the accusations fly, hold tight
Don't by afraid of what they'll say
Who cares what cowards think, anyway
They will understand one day, one day
It's hard, hard when you're here all alone
And every else has gone home
Harder to know right from wrong
When all objectivities gone
And it's gone
But you still carry on
Cause you, you are the only one left
And you've got to clean up this mess
You know you'll end up like the rest
Bitter and twisted, unless
You stay strong and you carry on
It's hard but you know it's worth the fight
Cause you know you've got the truth on your side
When the accusations fly, hold tight
And don't by afraid of what they'll say
Who cares what cowards think, anyway
They will understand one day, one day, One day

domingo, marzo 09, 2008

colores

Cuático.

Si pasas rápido ves todo negro o todo blanco...


si disminuyes las revoluciones te empiezas a encontrar con el detalle del espectro.


lindos colores!!

sábado, marzo 08, 2008

Él o Yo

Sé perfectamente hace cuánto tiempo sucedió esto. Podría decir que hace dos años, un poco más o un poco menos no tiene mucha importancia. Luego de una vida pacífica que me había tratado bastante bien, luego de sentirme bendecida en innumerables ocasiones (y expresarlo, además, a los cuatro vientos y a cuanta persona quisiera escucharlo) llegó la parte díficil del camino, el sendero pedregoso. Podría decir perfectamente que durante ese tiempo infinito para mi existencia mi Fe en "sujetos extra" pareció aumentar por mera necesidad, me convertí en uno de esos seres humanos que se ven afligidos por las circunstancias y recurren al primer santo que se les cruza por el camino y que les puede hacer el favor de salvar una vida en un corto periodo de tiempo. Con Dios en cambio no ocurrió lo mismo, creo que seguí firme y que no fue un ente aparecido en mi vida por los dramas de estas vueltas incansables. Hasta aquellos días había sido yo, como ya se podía intuir en las cuatro primeras lineas, bastante creyente, pero no católica. Me declaraba a quien me lo preguntara "cristiana". Alrededor de los 12 años tomé esta opción de vida por iniciativa propia, la cual no debo negar que se vió bastante fomentada por mi familia, en especial mi madre. Viví luego de eso periodos de busqueda personal en un intento por reafirmar mis creencias en un edificio, en lo tangible, hasta que descubrí que adentro podía llevar todo y más . Desde ese día en adelante, seguí con mi Dios, el Dios de todos, cada día. Y vuelvo al comienzo una vez más (sepa quien lea esto que estos círculos al escribir no son más que una muestra de que todo da vueltas aunque no queramos, aunque soñemos segundos de inmovilidad). Cuando llegó el día previo a su partida, sentí una soledad que jamás había sentido en toda mi vida. Pensé en aquellos momentos que todo lo importante en lo cual yo me había apoyado jamás había sido tal, que muchos actos, pensamientos y palabras habían sido dirigidos al mismo viento, y que este jamás había actuado como transportador de mensajería tal como yo había imaginado en muchas ocaciones. En las siguientes 24 horas esta soledad se transformó rápidamente en rabia, y en sólo un par de segundos, cuando me dijeron ¡Despídete! se mezcló indefinidamente con abandono. En los meses próximos a este hecho, no quise saber nada de aquel Dios que según todos me tenía en brazos para que soportara mi dolor, yo sentía que de todas formas dolía tanto, que nunca nadie me cargó de verdad ni siquiera 10 minutos para aguantar ese vació que me hacía desesperantes los días y las noches. Sin embargo, algo había aquí conmigo, que me impedía negar en totalidad la existencia de "algo", de un "ser supremo". Miraba todo a mi alrededor, el milagro de la vida, la maravilla de la creación, la perfección de las cosas y no podía aceptar bajo ningún punto de vista que todo esto surgiera de la generación espontánea, del azar, de que justamente entre millones de galaxias un sabio y único átomo jurándose quien sabe que cosa hubiera dado el paso energético preciso para crear un todo. Algo no me encajaba, no tenía claridad en mis pensamientos y no quería aceptar que creía que El nunca tuvo la culpa de nada.

Hoy en día todavía existen nubes de agua en mi cabeza, jamás he vuelto a decir "si, creo que en Dios", sin embargo lo pienso muchas veces, y lo reafirmo cuando la vida me da aquello que yo llamo señales o respuestas a todos mis pensamientos. Pese a que no quiero gritarlo a voz viva, siento que hay algo más que no puedo ver, algo que no tiene porque demostrarme su existencia cada cinco minutos usando bellos milagros, quizás tan sólo con saber que está ahí basta y sobra.

Tan solo te pido que me muestres el camino =)

viernes, marzo 07, 2008

Aceituna



Me encantó la abuelita que iba comiendo aceitunas en la micro
la profundidad de sus ojos, la sabiduría de su mirada.
Hacía mucho calor pero ella parecía tener frio,
se escondía en su refugio de abrigo.

Como van pasando los años...

jueves, marzo 06, 2008

...

En realidad es como si hubiera inhalado demasiado aire, más del que pueden almacenar mis pulmones, y quisiera por tanto mi organismo exhalar de una sola vez todo lo que sobra, lo que me rebalsa, en forma de palabras temerosas que aún bien dichas no podrían explicar todo lo que hay dentro, que siento, y todo lo que hay fuera, que veo. Cada vez que sucede es lo mismo, un descontrol que empuja por salir usando mis ojos, una conciencia que me reprime porque sé que las torres no sólidas se derrumban con el viento mas leve y ligero, una disputa bestial entre esto y aquello, entre esto y lo otro, entre acá y allá, entre lo que tengo vanal y lo que podría ganar o perder por un impulso, por querer desembocar en el mar.

Al fin y al cabo, cada vez que pierdes, ganas, y también funciona al revés.